sábado, 18 de abril de 2009
Como quisiera volver a esos tiempos donde no tenía responsabilidades, donde no tenía que preocuparme por nada, total mamá y papá hacían todo. Donde un problema era perder un zapato de la Barbie o pelearme con una amiguita del jardín. Volver a esos tiempos donde mi obligación era aprender a hablar, a portarme bien y jugar con mis amigos, donde mis unicas tareas eran hacer dibujos, aprender los colores. Volver a cuando la exigencia era cero y vivíamos sin pensar en nada, la ingenuidad. Crecer por un lado es bueno, pero viene acompañado de cosas que lo complican. ¿A quién no le gustaría ser chico para siempre?